La presión arterial media (PAM) refleja la perfusión tisular efectiva y es esencial para garantizar el aporte de oxígeno a órganos vitales como cerebro, corazón y riñones.
Por otro lado, la presión de pulso (PP) corresponde a la diferencia entre la presión arterial sistólica (PAS) y la presión arterial diastólica (PAD)

Sus Fórmulas son las siguientes :

PAM = (PAS+2×PAD) / 3

PP = PAS−PAD

 Relación entre PAM y PP

Aunque ambos parámetros se derivan de la presión arterial, su significado clínico es diferente pero complementario:

  • PAM indica la presión de perfusión global del organismo, especialmente en circulación sistémica.

  • PP refleja la distensibilidad arterial y el volumen sistólico, es decir, la capacidad del corazón de expulsar sangre con cada latido y la rigidez de las arterias.

 Valores de referencia

  • PAM normal: 70–100 mmHg

  • PP normal: 30–50 mmHg

  • PP baja (<30 mmHg): puede indicar bajo gasto cardiaco o hipovolemia.

  • PP alta (>60 mmHg): sugiere rigidez arterial, hipertensión sistólica aislada o riesgo de daño vascular.

 Importancia clínica de analizarlas en conjunto

  • Un paciente con PAM adecuada pero PP muy reducida puede estar en shock con bajo gasto cardiaco.

  • Un paciente con PAM normal pero PP elevada puede tener arterias rígidas, predisposición a eventos cardiovasculares o hipertensión sistólica aislada.

  • En UCI y anestesia, monitorear ambas permite interpretar mejor el estado hemodinámico y ajustar tratamiento (fluidos, inotrópicos, vasopresores).

 Es una herrmienta más de AESKVLAPIVS

Dr. Víctor Sánchez